La esperanza no es fingir que no existen los problemas. Es realmente la forma más exacta de encontrar las soluciones que nos brinda la vida cotidiana.
Es la confianza de saber que estos no son eternos, que las heridas se curarán y las dificultades se superarán.
Es tener fe; es una fuente de fortaleza y renovación en nuestro interior, la cual nos guiará desde la oscuridad hacia la luz.
Cuando el amor de tu vida no te quiere, cuando la llamada que esperas nunca llega, cuando no consigues el trabajo que deseas, cuando no recibes la invitación que esperabas... El mensaje no es que no te lo mereces... El mensaje no es que no eres importante... El mensaje es que tú mereces algo mejor.
Cada vez que sientas decepción por no recibir lo que deseas o esperas, no lo veas como rechazo o mala suerte... Simplemente piensa que es una tremenda oportunidad a algo mucho mejor de lo que esperabas.
La vida esta está hecha de millones de momentos, vividos de mil maneras diferentes. Algunos buscamos amor, paz, armonía. Otros sobrevivimos día a día. Pero no hay momentos más plenos que aquél en el cual descubrimos que la vida, con sus alegrías y sus penas, debe ser vivida día a día.
Aunque vivamos en una mansión de cuarenta cuartos, rodeados de riqueza y de siervos, o luchemos de mes en mes para pagar el alquiler, tenemos el poder de estar totalmente satisfechos y vivir una vida con verdadero significado.
Día a día tenemos ese poder, gozando cada momento y regocijándonos con cada sueño. Porque cada día es nuevo, flamante, y podemos empezar de nuevo y realizar todos nuestros sueños. Cada día es nuevo y, si lo vivimos plenamente, podremos realmente gozar de la vida y vivirla en plenitud.
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